14 Jun
14Jun

                                                            ODONTOLOGÍA EN JAPÓN 

Desde que la civilización se extendió desde China hasta Corea y después Japón, ambos, China y Corea, ejercieron una marcada influencia en desarrollo de las artes terapéuticas de su vecino del este.


En el año 414 d.C. el emperador japonés Ingyo solicitó a los coreanos un doctor de confianza, y el rey Shiragi mandó un médico llamado Kimbu a servir a la corte japonesa. Otro coreano, Tokurai, emigró a Japón en el año 459 d.C., convirtiéndose en ciudadano japonés y fue nombrado naniwa kushuki, es decir, médico.


 Más tarde en el siglo IV, Japón experimentó un nuevo desarrollo en las artes médicas, cuando los misioneros budistas trajeron con ellos algunos venerables textos médicos chinos. También sabemos que el cepillo de dientes (a la sazón de una escobilla de ramas finas) fue introducido en Japón por los monjes budistas, a los cuales su religión exigía el cepillado de dientes y raspado de la lengua antes de las primeras oraciones matinales.


El gobierno se hacía cargo, además, del ciclo completo de la educación médica de los estudiantes, incluso también económicamente. El gobierno académico estaba dividido en áreas que reflejaban las cuatro especialidades médicas reconocidas: medicina interna, pediatría, cirugía y otooftalmoestomatología. Hacia finales del periodo Heian, a lo largo del siglo XII, la odontología fue reconocida como una especialidad separada de la otología y de la oftalmología.


Con el establecimiento del gobierno Heian en Kyoto, en el año 794, el intercambio cultural y comercial con China, que había empezado al principio de la era cristiana, conoció una época de florecimiento. En el siglo X Yasuyori Tambano, descendiente de un emperador chino, emigró al Japón y se convirtió no solo en ciudadano japonés, sino en el médico más famoso de su tiempo. Fue la bajo supervisión de este médico extranjero, el padre de la medicina japonesa, que se escribió “Ishinho” el libro médico japonés más antiguo que existe. Este tratado, del año 980 aproximadamente, se ocupa extensamente de las enfermedades; el tratamiento de las afecciones de los dientes, labios y boca ocupan dieciocho páginas del quinto volumen.

Fyyuyori Tambano, descendiente del padre de la medicina japonesa, adquirió fama durante la era de Kamakura por arrancar con habilidad los dientes con caries del emperador Hanazono. Sin embargo, es el hijo de Fuyuyori, Kaneyasu, al que hoy en día se conoce como el primer dentista japonés, ya que fue el primer profesional nombrado oficialmente por la corte, y también porque sus descendientes mantuvieron esta categoría por muchas generaciones.


Bibliografía:

El lejano oriente: Japón, pagina 89. Historia de la Odontología Ilustrada, Malvin E. Ring. Mosby/Dyma libros.

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