INCAS
¿Qué tan avanzada fue la medicina inca?
La medicina inca trató principalmente los síntomas de las enfermedades. Para ello indagó los aspectos físicos del paciente. Sin embargo, también se interesaron por el aspecto psicológico.
Los incas también realizaron cirugías complejas como las trepanaciones craneanas. Los instrumentos quirúrgicos fueron bastantes sencillos: la vilcachina (especie de jeringas) se utilizó para realizar extirpaciones y el tumi (cuchillos) para abrir cráneos.
Los incas desarrollaron una cultura preventiva a base de alimentos saludables, purgas y rituales religiosos que, según su concepción, evitaban las enfermedades.
Las principales medicinas fueron las plantas y diversos productos naturales. Una de ellas fue la sagrada hoja de coca de los incas.
¿Cuáles fueron las enfermedades más comunes?
Los incas lograron tratar distintos tipos de enfermedades como trastornos respiratorios, enfermedades del sistema inmunológico, gastrointestinales, problemas oculares y hemorragias por heridas de guerra.
Estas son las enfermedades más comunes que trataron los incas:
Acromegalia.
La enfermedad de Basedow.
La enfermedad de Carrión (la p/verruga peruana).
La ceguera.
La parálisis.
Deformidades.
La lepra.
La uta.
La sífilis.
La leishmaniasis.
La blastomicosis.
El lupus.
Las hemorragias.
¿Qué tratamientos médicos usaban?
Las pobladores que sufrían los síntomas de alguna enfermedad acudían a los médicos quienes eran personas conocedoras de anatomía y plantas medicinales.
Según la cosmovisión inca, las enfermedades eran causadas por malas acciones, por lo que el tratamiento también incluía ritos religiosos con el fin de ‘espantar’ el mal y reparar la mala acción.
Los rituales para ‘ahuyentar el mal’ y la enfermedad consistían en danzas con gritos acompañados de frotaciones.
Para aliviar el dolor los médicos incas utilizaban la hoja de coca. Para tratar la diuresis utilizaron el estigma del maíz. Para bajar las fiebres usaron la quina. Para proteger las heridas prepararon bálsamos con resinas de leguminosas. Para parar las hemorragias usaron la corteza hervida del árbol de pimienta colocando emplastos sobre ellas así como mandíbulas de algunas especies de hormigas (satura natural de insectos).
Asombrosamente, los incas pudieron llevar a cabo transfusiones de sangre y pequeñas amputaciones hasta complicadas cirugías del cerebro.
¿Quiénes ejercían la medicina en el imperio de los incas?
Los médicos incas eran una especie de sacerdotes que, además de curar a los enfermos con hierbas y otros productos naturales, presidían las ceremonias de sanación.
Estos médicos – curanderos eran llamados ‘ichuris’.
Los médicos – curanderos encargados de los pobladores comunes eran denominados ‘Comascas’. En cambio, los encargados de la nobleza inca eran denominados ‘Amaucas’.
Las plantas medicinales de los incas
La medicina incaica tuvo sus orígenes en las plantas medicinales con remedios preparados generalmente a base de hierbas con propiedades curativas específicas. Y es que existen hierbas medicinales tanto en las regiones andinas como en las áreas costeras y selváticas.
Estas son algunas de las hojas y granos utilizados por los incas en su medicina:
Hoja de coca – Analgésico fuente de vitaminas A, B1, B2, B3, C y E que también tiene propiedades digestivas. Ayuda a limpiar el hígado y prevenir la osteoporosis. Para los incas era una hoja sagrada que era utilizada solo por la élite y en las ceremonias religiosas de sanación.
Maca – Afrodisiaco, anabólico, revitalizante, reconstituyente, antidepresivo, sedante y reforzador de fertilidad.
Uña de gato – Se emplean las hojas, corteza y raíz como anti cancerígeno, para reducir los efectos de la radioterapia y quimioterapia, contra la artritis, enfermedades venéreas, antiviral, mordedura de serpiente, sarampión, antiinflamatorio y diurético.
Ortiga – Diurético, cauterizante y anti-anémico debido a la presencia de los minerales, estos minerales se concentran en los pelos de la planta, por ello se debe su acción irritante en la piel cuando es aplicada sobre el cuerpo.
Chanca de piedra – Para hacer infusiones contra la fiebre, dolencias del hígado y los riñones.
Sangre de grado – Se utilizan la corteza, hojas y látex como desinfectante, cicatrizante para traumatismos, heridas en la piel, hemorragias, ulcera gástricas, etc.
Hercampuri – Se emplea como purgante, antidiabética, diurética y anti-infecciosa; reguladora del metabolismo y para reducir la obesidad.
Quinua – Es un alimento nutritivo, además de una planta medicinal, posee propiedades diuréticas, expectorantes y refrescantes. La semilla de esta hierba con leche aumenta la leche de las paridas.
Paico – Hierba aromática usada como anti diarreico, antiinflamatorio, digestivo, carminativo, etc.
Achiote – Se emplea en casos de inflamación prostática, infecciones urinarias, en distintas afecciones al sistema urogenital y como regulador de la función rena
¿Qué sucedía cuando el emperador inca estaba enfermo?
La enfermedad del soberano inca representaba un suceso de gran importancia, no solo para el propio inca sino para todo el pueblo. Se creía que esto traería peligros para todo el imperio.
Si bien los incas creían que una persona se enfermaba a causa de sus malas acciones, esto no tenía correspondencia con el gobernador inca cuya enfermedad tenía causas enigmáticas.
El inca era tratado por un médico – curandero propio de la élite gobernadora. Además se realizaban rituales de purificación en el Templo del Coricancha (Templo del Sol). En esta ceremonia se concentraban un gran número de personas y guerreros quienes gritaban y tiraban sus armas para ahuyentar a los malos espíritus. Luego se untaban papillas de maíz en el rostro, armas, cuerpo y en todas partes para proteger el mundo de las enfermedades.
Durante el año se realizaban distintas ceremonias para prevenir la enfermedad del inca. Una de las más importantes se llevaba a cabo durante el equinoccio de primavera y llevaba por nombre ‘Situa’.
Los incas fueron un pueblo altamente desarrollado, que dominó las tierras altas del Perú, Ecuador y parte norte de Argentina en el siglo XV.
La civilización inca se ha dado a conocer gracias a un cronista llamado Sebastián Garcilaso de la Vega, describe la cauterización de la encía tras lo cual al día siguiente amanecían blancas las encías, como carne escaldada y por dos o tres días no podían comer cosas que se tenían que masticar, sino manjares a cuchara.
Para las extracciones aflojaban los dientes a merced de ciertos polvos y plantas, sufrían severos desgastes ocasionados por el hábito de mascar coca.
Y sus tallados dentarios tenían forma de T. parece porque ese signo representaba a su tótem religioso.
La historia nos cuenta que los Incas eliminaban material cariado de una pieza dental con un palillo encendido. Además los dentistas de aquella época con el objetivo de sanar enfermedades gingivales en casos graves y cauterización ocupaban Myroxylon pereirae o bálsamo del Perú.
Para tratar los tejidos gingivales, los curanderos de la época, calentaban la raíz de una planta y la cortaban en 2. Después y todavía con la raíz caliente, esta era aplicada y presionada sobre las encías hasta que se enfríe. De esta manera el tejido gingival inflamado e hiperplástico quedaba quemado lo que permitía el desarrollo de un tejido en buenas condiciones y nuevo.
Así mismo durante las extracciones, en primer lugar se aplicaba resina cáustica alrededor y debajo de la encía desprendida. De un solo golpe de estaca era arrancada la pieza. Eso sí, para aliviar el dolor del proceso, los pacientes mordían hoja de coca.
Así mismo, investigaciones han sido testigo de mutilaciones a base de limado de dientes. Incrustaciones de oro y orificaciones en cavidades preparadas con anterioridad en superficies gingivolabiales de los incisivos.
Son tres las principales culturas que se destacan en el subcontinente sudamericano; la Chibcha, del oriente de Colombia, la incaica, que ocupaba desde el sur de Colombia, pasando por Ecuador, Perú y Bolivia, hasta el norte de Chile, y la araucana, del centro de Chile y algunas regiones de este país, cercanas a la frontera de Argentina. Sin duda, el legado cultural que merece considerarse como de los más importantes del Nuevo Mundo lo constituye el de los pueblos gobernados por los Incas. En todos los países andinos quedaron templos, palacios, fortalezas, monolitos, esculturas, caminos, puentes, otras obras de ingeniería, y muestras de la riquísima alfarería, notables tejidos y avanzada metalurgia. Desde hace más de cuatro mil años desarrollaron una agricultura que incluía el maíz, la papa o patata, el algodón, el chile o ají, los frijoles, y cultivaron una gran cantidad de plantas, con propiedades medicinales, de las que destacan la coca y la quina. Los incas, pueblo que todas las enfermedades las veía como pecado, antes de recurrir al brujo tenían un tratamiento a bases de hierbas nativas. Como en el caso de los mayas o las aztecas las costumbres fueron escritas y guardadas por un cronista. Inca Garcilaso de la Vega recogió el tratamiento de los problemas dentales y bucales retirando el material cariado con un palillo encendido. La vida cotidiana en el antiguo imperio incaico era relativamente saludable, aun cuando la alimentación del pueblo estaba basada en maíz, papas, y otros derivados del reino vegetal, pues solo la familia del Inca consumía frutas, carnes y pescado traído de las costas. La resina de árbol bálsamo del Perú, se usaba para curar enfermedades gingivales, y en algunos casos más graves se usaba la cauterización, entre los escritos y notas del cronista Garcilazo se encontró que los incas para aliviar el dolor molar usaban hojas de coca, también pone como nota que los dientes que se necesitaban extraer primero era aflojados poniéndole una resina cáustica debajo de la encía y luego el diente era arrancado. También se ha descubierto que los incas no adornaban sus dientes con piedras preciosas como los aztecas.
Bibliografia
Malvin Ring. Historia ilustrada de la odontología. Artículo de historia de la odontolog ía. Recuperado en: http://www.gador.com.ar/wp-conten t/uploads/2015/04/hist_odonto02.p df