14 Jun
14Jun

ODONTOLOGÍA EN HEBREOS 

  • Primeras evidencias de odontología que se refiere al alivio del dolor dental y restauraciones dentarias
  • Se menciona que los gusanos eran responsables de las caries
  • Se establecieron en Palestina dieron gran importancia a la belleza de los dientes, tal como consta en las sagradas escrituras. Por ejemplo, en libros como el Éxodo, Levítico y Deuteronomio
  • Establecían que los dientes podían fabricarse de oro, plata y madera
  • Uno de los tratamientos para curar abscesos era el siguiente: "Tome tierra cercana la puerta, mézclese con miel y cómase"

 


Los hebreos atribuían un gran valor a los dientes sanos y fuertes. Los veían como objetos estéticos y quien los perdía, era considerado débil y enfermo. Tanto así, que una de las condiciones para ser sumo sacerdote, era tener la dentición completa. La Biblia contiene gran cantidad de pasajes que confirman lo dicho, (Éxodo 21:23-27). Tal era la importancia de un diente, que era mínimo compensar a un sirviente con su libertad luego de esto. Aun así, los hebreos no llegaron a incursionar en la odontología, sino que sus tratamientos los dejaba en manos de griegos y fenicios.



En el Antiguo Testamento existen numerosas referencias sobre la importancia de los dientes sanos, que se consideraban objetos estéticos. En la canción de Salomón, se afirma: “Los dientes son como un rebaño de ovejas recién esquiladas, que salen del baño, donde cada una tiene gemelos y ninguna entre ellas es estéril“. 



 Los dientes eran considerados como símbolos de fuerza y su pérdida, relacionada con la debilidad y enfermedad. Las condiciones físicas que debían reunir un hombre para el cargo de sumo sacerdote, impedían el servicio de cualquier persona mutilada y según interpretación de los rabinos, era considerado mutilado alguien a quien le faltara aún un solo diente.



Los cuentos judíos narran que Esaú en su encuentro con Jacob al cabo de veinte años, lloró porque sus dientes estaban flojos y doloridos. Los salmos de David, a menudo equiparan dientes sanos con fuerza. En el Salmo 3, David insinúa que sus enemigos se han quedado indefensos a causa de la pérdida de sus dientes. En los proverbios de Salomón, los dientes en mal estado simbolizan debilidad. La confianza en un traidor en momentos de peligro es como un diente descompuesto. La Biblia especifica el castigo que debe infligirse a quien causa una pérdida de dientes a sus semejantes. Resulta sorprendente que los hebreos no practicaran ningún tipo de terapéutica odontológica, restauradora o quirúrgica; en cambio, según el Talmud, utilizaban los servicios de médicos fenicios o griegos, que habían desarrollado el cuidado dental, alcanzando un alto grado de perfección. En el Talmud aparecen muchas referencias a la Medicina, casi siempre para señalar algún aspecto religioso


a las mujeres como portadoras de coronas de oro o dientes artificiales, es probable que estas restauraciones se hicieran por motivos solamente estéticos. En segundo lugar, ya que tanto la corona como el diente artificial podían caerse, debemos deducir que estaban cementados de manera defectuosa. En tercer lugar, determinados artesanos denominados “nagras”, eran los encargados de fabricar los dientes y coronas artificiales. El Talmud es rico en alusiones a tratamientos supuestamente eficaces para remediar y prevenir problemas orales. Se aconsejaba no tomar demasiado vinagre, ya que era dañino para el diente como el humo lo es para los ojos; sin embargo, si las encías presentaban heridas, se recomendaba el vino. Los jugos de frutas ácidos se consideraban buenos para el dolor de muelas e inofensivos para los dientes sanos. Las extracciones dentales eran temidas por los antiguos judíos, tanto como por sus contemporáneos gentiles. Una sección del Talmud advierte: “No adquieras el hábito de tomar medicinas; no las tomes en grandes dosis; evita que te extraigan un diente”

El rabino Chananel justifica evitar la extracción de un canino, ya que los ojos podrían sufrir; hoy se sabe que existe una pequeña comunicación entre la fosa canina y la fosa ocular. Es evidente que habían estudiado profundamente la anatomía facial y sabían lo que decían.


  • Bibliografía

Gador. (1902). LOS EGIPCIOS. En Gador, HISTORIA DE LA ODONTOLOGÍA (1) (págs. 4). Buenos Aires (Argentina): RTM S.A. 

https://es.slideshare.net/edomarino/1-historia-universal-de-la-odontologa 


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